"Un ejército en 2 metros cuadrados", así era el reclamo publicitario de la Agar. |
La búsqueda de soluciones para aumentar la velocidad de disparo de un fusilero comenzaron ya en el siglo XVII pero la invención de la cápsula de percusión a comienzos del siglo XIX fue lo que permitió crear armas mas o menos "automáticas" que, aún siendo muy simples, permitían alcanzar tasas de fuego sostenido considerables, similares o superiores a una veintena de fusileros haciendo fuego secuencial. Una de las más conocidas fue la Agar o "molinillo de café", como se la conocía popularmente debido a que su sistema de alimentación desde una tolva y su mecanismo accionado por una manivela recordaba a uno de aquellos artefactos. En 1861, durante la Guerra de Secesión Americana (1861-1865), el presidente Abraham Lincoln quedó muy impresionado tras una demostración y mandó comprar 10 de esas armas para el Ejército de la Unión y poco después se adquirieron otras 15. Las Agar no prestaron grandes servicios durante el conflicto y fueron relegadas a papeles defensivos, las razones eran su escasa fiabilidad y lo dificultoso de su alimentación. Estas armas empleaban como munición un tubo de acero en el que se introducía una cápsula de percusión, una carga de pólvora y el proyectil (uno de los primeros intentos de crear un cartucho con esos tres componentes unidos) pero esos tubos eran pesados, caros de fabricar y difíciles de mantener en buenas condiciones. Otro desperfecto que presentaba, cuando no se atascaba, era el sobrecalentamiento del cañón.
Fue también en 1861 cuando el Dr. Richard J. Gatling, un activo granjero-inventor de su tiempo, diseñó un arma similar a la Agar pero con 6 cañones rotatorios y otros tantos mecanismos de percusión que se accionaba, también, con una manivela. El hecho de contar con varios cañones que se disparaban secuencialmente daba tiempo para disipar el calor y que ninguno se sobrecalentara.
La munición empleada por el primer modelo del arma de Gatling seguían siendo los proyectiles del calibre .577 normales de la infantería dentro de un envoltorio de papel junto con la carga de pólvora, tras la pólvora se colocaba la cápsula de percusión y todo eso dentro de un tubo metálico que podía ser rellenado tras su uso. El video que puede verse más arriba lo encontré en el sitio web http://www.victorianshipmodels.com/ y es propiedad de Rob.b1904.
El sistema de funcionamiento del arma del Dr. Gatling estaba íntimamente emparentado con el empleado por una máquina para sembrar que él mismo había inventado y patentado años antes. Fue en 1861, tras contemplar a los heridos del bando de la Unión que llegaban a Indianápolis, cuando el Dr. Gatling escribió una carta en la que describía su deseo de crear un arma capaz de hacer el trabajo de cien soldados para, de esa forma, reducir la cantidad de hombres necesarios en el ejército. Hay que reconocer que tuvo un éxito parcial en esto, ya que su invento permitía realizar unos 200 disparos por minuto, cuando lo normal para un soldado de la época, armado con un fusil de percusión de avancarga, era de dos o tres disparos por minuto. Por ello los mandos del ejército de la Unión que evaluaron su arma se negaron a adquirirla ya que podía llegar a desatar una carnicería de proporciones apocalípticas.
Hay que reconocer que todo esto suena contradictorio. Empezando por el hombre que, para acabar con las calamidades de las guerras, diseña un arma capaz de matar cien veces más que cualquier soldado y, para acabar, los mandos de un ejército que se niegan a comprar un arma porque mata mucho. Las mentalidades del siglo XIX y del XXI tienen poco en común cuando hablamos de guerra.
A pesar de las "bondades" del invento del Dr. Gatling, no fue hasta 1864 que dos altos oficiales de la Unión (Gral. Benjamin Butler y Adm. David D. Porter) compraron una docena y, aunque once de ellas fueron desplegadas en el Sitio de Petersburg, no realizaron ninguna acción destacable. Cabe suponer que los planes y tácticas trazados en aquellas épocas no estaban concebidos para aprovechar las características de estas armas, sin embargo ese tímido comienzo sirvió para dar a conocer el producto. En 1866 el ejército de los Estados Unidos de América adoptó el arma tras someterla a concienzudas pruebas, este fue el impulso que necesitaba para su comercialización. El Dr. Gatling continuó mejorando su invento en los dos principales asuntos negativos: el peso y la alimentación. Así fue que construyó modelos más ligeros y alimentados por municiones en vainas de latón (similares a las que se emplean actualmente), estos modelos actualizados se vendieron muy bien en el extranjero y llegaron a participar en numerosos conflictos en todo el mundo, tales como la guerra Ruso-Japonesa (1904-1905), la Guerra del Pacífico (1879-1883), la guerra Anglo-Zulu (1879), el Levantamiento de los Bóxers (1899-1901), etc. Otros fabricantes de armas copiaron los mecanismos y los adaptaron a sus propias necesidades, por lo que pueden encontrarse "clones" de la Gatling tales como la APX francesa.
El US Army mantuvo en servicio sus Gatlings hasta 1911, momento en el que fueron declaradas obsoletas y sustituidas, aunque su declive comenzó mucho antes. En 1884 Hiram Maxim demostró su primer prototipo de "ametralladora", es decir: un arma automática que empleaba el propio retroceso de la munición en el momento del disparo para accionar el sistema de alimentación y de percusión por lo que ya no requería de una manivela. El arma de Gatling no puede ser considerada "ametralladora" ya que requiere de una fuerza externa (el brazo de un operario) para completar el ciclo de alimentación y disparo.
Un cañón M61A1 montado en un F104-G alemán. |
Pasados los primeros años del siglo XX, las Gatling dejaron de verse en los campos de batalla al ser sustituidas por armas más compactas, ligeras y completamente automáticas. Hasta que en 1940 el proyecto "Vulcan" de la US Air Force produjo su resurrección. La velocidad de maniobra de los aviones de combate de aquella época hacía necesario contar con un arma capaz de hacer fuego a una altísima velocidad para aprovechar los breves momentos en los que podían ser puestos en la mira para llenarlos de plomo. Fue así como la General Electric Co. decidió sustituir la manivela por un motor eléctrico, lo que automáticamente elevó la cadencia de disparo a 3.000dpm. Hay informes de que algo similar había sido ensayado por el Dr. Gatling ya en 1890, pero la tecnología de la época convirtió el invento en algo poco práctico, además, en el siglo XIX, no había ninguna necesidad de disponer de un arma que disparara a tal velocidad. El proyecto "Vulcan" permitió que en 1956 las fuerzas aéreas de EE.UU. adoptaran el cañón de 20x102mm y 6 tubos llamado T171 por la General Electric Co. para su caza F-104 Starfighter bajo el nombre de M61, aunque la USAF le llamó GAU 4. Durante las pruebas a bordo del Starfighter se descubrió que el arma sufría interrupciones debido a los eslabones que mantenían unidos los cartuchos de la cinta de alimentación. Así que se desarrolló un nuevo sistema de alimentación sin eslabones y al arma modificada se le llamó M61A1. Desde entonces se han desarrollado multitud de versiones, de distintos calibres, en diferentes países ya que es un arma idónea para el combate aéreo, antiaéreo y, tal como se comprobó durante la Guerra de Vietnam, el apoyo a tropas en tierra desde el aire. Los M61A1 se montaron en chasis del vehículo blindado M113 y se convirtieron en plataformas antiaéreas M161 y M163 "Vulcan", también la US Navy las emplea en el marco de su programa Vulcan-Phalanx Close-In Weapon System como defensa antimisiles de sus principales naves. La mayoría de las Vulcan ofrecen cadencias de tiro de entre 3.000 y 6.000dpm, aunque hay modelos que alcanzan hasta 12.000dpm.
Entre los "clones" creados por otros países diferentes de los EE.UU. destaca la Gryazev-Shipunov GSh-6-23M o, como le llaman en las FF.AA. rusas: 9-A-768. Se trata de un cañón de 6 tubos al más puro estilo Gatling pero que no requiere de una fuente de alimentación externa como aquellos modelos nacidos tras el programa Vulcan. Funciona en forma autónoma gracias a que aprovecha los gases del propelente de los proyectiles, esto añade bastante complejidad al sistema, además de un tercio más de tamaño que el GAU 4, pero tiene innegables ventajas: requiere mucho menos tiempo para alcanzar la velocidad máxima de rotación comparado con los sistemas Vulcan movidos por motores eléctricos, también son capaces de disparar aunque el vehículo que los porta sufra algún tipo de desperfecto en sus sistemas de generación o almacenamiento de electricidad. El cañón 9-A-768 dispara la munición soviética/rusa de 23x115mm y ha sido empleado satisfactoriamente en las aeronaves Su-24 "Fencer", MIG-31 "Foxhound" y en soportes independientes para ser montados en helicópteros de ataque.
Para todos aquellos que se lo preguntaban: no, no es viable montar un GAU-8 en un VW Escarabajo. |
Quizás el cañón Vulcan más famoso de nuestro tiempo sea el GAU 8 "Avenger", con 7 tubos que disparan munición de calibre 30x173mm con núcleo de uranio empobrecido a 3900dpm, especialmente diseñado para reducir a chatarra cualquier carro de combate moderno (o cualquier otra cosa que se ponga delante). De momento solo se ha montado en los aviones de ataque al suelo A-10 "Warthog" y hay numerosos videos en youtube que permiten verle en acción, después de un par de videos uno es capaz de reconocer el sordo sonido de sus ráfagas... aunque sus víctimas no lo oyen ya que los proyectiles viajan mucho más rápido que el sonido. Mide poco más de 5 metros de largo (el A-10 mide 16 metros en total) y pesa 1.830kg con los motores, el sistema de alimentación y la tolva (sin municiones).
EE.UU. fabricó una versión que dispara la munición de 5,56x45mm OTAN cuyo nombre es XM214, más conocida como "MicroGun" que nunca pasó de la fase de prototipo. Su utilidad en combate es cuando menos cuestionable ya que con motor, baterías y una tolva de alimentación, es demasiado pesada para ser llevada por la infantería, su alcance y poder de penetración la invalidan para ser usada contra vehículos apenas blindados o estructuras y mucho menos contra aeronaves... y mejor no hablemos del retroceso que, contando con que alcanza la friolera de 10.000dpm, llega a los 110kg en hombros del tirador.
Bonito cacharro, lástima que haga falta un esqueleto de acero para dispararla así. |
La versión M134, apodada "MiniGun" y también conocida como GAU 2B/A en la USAF, dispara el cartucho de 7,62x51mm OTAN y suele encontrarse montada en la puerta de helicópteros de transporte, en torretas de vehículos ligeros, en manos de actores del cine de acción como Schwarzenegger en "Terminator II" y en una cantidad inconmensurable de videojuegos. Al igual que ocurre con su hermana pequeña, la XM214, su utilidad para las escuadras y pelotones de infantería es prácticamente nula y eso de dispararla desde la cadera... es mejor dejárselo a un androide venido del futuro.
¿Qué utilidad tiene el uranio empobrecido en las municiones? Yo tenía entendido que, como todo material radiactivo, es muy poco estable químicamente; aunque quizá esto no tenga nada que ver con su resistencia a los impactos o la dureza (cualidades que yo creo que se espera de un proyectil).
ResponderEliminarAunque bueno, quizá lo que se pretende no es desintegrar un carro de combate a balazos, sino matarlo de cáncer. Puedo imaginar una fila de pobres tanques frente al departamento de oncología de algún hospital militar. Ah, las tragedias de la guerra...
Jajaja matarlo de xancer.
Eliminar.buena
El uranio empobrecido es extremadamente denso, unos 19g/cm3 mientras que el plomo alcanza los 11,3g/cm3. Eso significa que es capaz de almacenar casi el doble de energía que el plomo al ser utilizado como proyectil, además es más duro por lo que pierde menos energía en deformación elástica al impactar. Por esa razón la mayor parte de los proyectiles anti-blindaje se fabrican en uranio empobrecido en lugar de plomo y con forma de dardo, otro metal aún más denso es el tungsteno, pero es muy escaso si lo comparamos con la gran cantidad de desechos radioactivos que produce cualquier central nuclear de un país industrializado. En general los proyectiles de uranio empobrecido disparados por carros de combate son capaces de perforar de lado a lado el blindaje de otros carros similares. Cuando digo "artavesar de lado a lado" debe leerse: "atraviesa los depósitos de combustible, el motor, los depósitos de munición, el compartimiento de la tripulación (con la tripulación), los equipos electrónicos y hasta el desodorante ambiental con forma de pino que cuelga del retrovisor". Y si a eso le sumamos su capacidad pirofórica... :(
ResponderEliminarSegún los defensores del uso de uranio empobrecido como munición, su radioactividad es marginal... casi inocua. Sin embargo se trata de un metal pesado cuyas partículas pueden ser absorbidas por los seres humanos a través de la inhalación o la ingestión y hay informes sobre aumento de casos de cancer y malformaciones congénitas en los sitios donde se han empleado este tipo de proyectiles como Bosnia, Kosovo e Irak.
Interesante. Sí, sobre los efectos oncogénicos encontré algo de información... Al parecer no es tanta la radiactividad que produce como su propiedad de almacenarse en el organismo sin poder ser eliminado, como ocurre con otros metales pesados en suspensión, el mercurio o el plomo, por ejemplo. Por muy poca radiación que emita, si se deposita en los tejidos durante años o décadas...
ResponderEliminarPor cierto, el domingo pasaron en Salvados, ese programa periodístico de La Sexta, un análisis de la industria armamentística y su relación con los gobiernos (http://www.lasexta.com/videos/salvados/2012-septiembre-30-2012093000019.html). Está un poco enfocado a que el espectador se indigne ante la tecnificación de la muerte y esas cosas, pero contiene unos cuantos datos y reflexiones interesantes. Por ejemplo, sale un exministro de defensa diciendo que el gasto militar es más importante que el de educación y el sanitario SIEMPRE, y de ahí que deba ser mayor que estos; también que los estados lo son en tanto pueden mantener su integridad a través del monopolio de la violencia, etc. Echale un vistazo si podés, que no dura mucho.