miércoles, 19 de marzo de 2014

Marinero Gato de 1ª clase Simon

Hmm... esta impresión artística dista un poco de la realidad...
no hay documentación que permita concluir que los gatos
de guerra fueran de color verde. 
Los animales han acompañado a los seres humanos desde la prehistoria asistiéndole en los más diversos campos, entre ellos el militar. Caballos, perros y palomas son los ejemplos más conocidos y algunos ejércitos aún los mantienen en servicio dado que es relativamente sencillo adiestrarlos para que se ciñan a la disciplina militar y hagan lo que el mando requiere que se haga en el momento en que es necesario hacerlo. La disciplina militar no va con los gatos, ellos tienen sus propias prioridades y hacen lo que quieren cuando tienen ganas de hacerlo, cualquier intento de entrenarles condicionando sus acciones a un sistema de castigos y recompensas es una pérdida de tiempo ya que cada gato tiene su propio temperamento y responde de manera diferente a los estímulos. A pesar de ello, muchos felinos han prestado servicio en las Fuerzas Armadas y algunos de ellos han realizado acciones heróicas en batalla más allá del cumplimiento de su deber... que suele consistir en cagar, dormir y comer; no necesariamente en ese orden. Ya que es poco práctico tratar de obligar a un gato a hacer algo que no quiere hacer, lo mejor es aprovecharse de aquello que quiera hacer, pero ubicándolo en un contexto que sea beneficioso para los militares. ¿Qué hacen bien los gatos?, pues cazan ratones y suelen ser eficientes en eso. 

Los egipcios complementaban su ingesta de
proteínas con los pájaros que cazaban en los
juncales del Nilo, ayudados por gatos.
Hay evidencias de que ya en el Antiguo Egipto se llevaban gatos a cazar las aves que anidaban en los juncos del Nilo y a bordo de las barcazas que navegaban por allí para evitar que ratas y ratones se hicieran una fiesta con las mercancías. Almacenar alimentos en cualquier lugar suele despertar el interés de roedores, cucarachas y otras pequeñas alimañas que, si no se controlan, no solo diezman las reservas sino que propagan enfermedades.  Los gatos funcionaban muy bien cazando esas criaturas y rápidamente fueron incluídos en barcos mercantes de otras culturas, de esa forma llegaron donde ningún gato había llegado antes. No existe registro de cuándo empezaron a incorporarse a los buques de guerra, pero en los diarios de a bordo y las bitácoras se encuentran referencias a estos 'especialistas'... hay muchas anécdotas sobre gatos marineros ya que hasta 1975 la Royal Navy los incluía en sus tripulaciones; sospecho que muchísimas más se han perdido en el devenir de la historia pero comentaré una que me resulta interesante y está bien documentada.

Simon y varios miembros de la tripulación del HMS Amethyst.
En mayo de 1948 la fragata británica HMS Amethyst recalaba en la Isla de los Picapedreros de Hong Kong. Un joven marinero del Amethyst, llamado George Hickinbottom, encontró un delgaducho gato blanco y negro vagando por los muelles. Lo adoptó y lo subió a bordo, rápidamente se ganó la simpatía de toda la tripulación incluída la del responsable del buque, el comandante Ian Griffiths primero y su sucesor el comandante Bernard Skinner luego. El recién llegado fue bautizado Simon y era un gran cazador: los marineros solían encontrar ratas y ratones muertos en sus literas, dejados allí por él como prueba de que estaba permanentemente "de servicio". En 1949 estalló la guerra civil en China que enfrentó a los combatientes comunistas de Mao Tse Tung contra las tropas nacionalistas de Chiang Kai Shek, en Abril el HMS Amethyst recibió orden de remontar el río Yangtze hasta Nanking para apoyar a otro barco británico, el HMS Consort, en la tarea de evacuar a los ciudadanos británicos de la zona. Fueron sorprendidos por un ataque de la artillería comunista, y eso a pesar de que los barcos de la Royal Navy tenían permiso para navegar por el río. A este episodio se le conoce como el 'Incidente de Yangtze'. Uno de los primeros impactos destrozó el camarote del capitán donde se encontraba Simon, que tenía la costumbre de dormir dentro de la gorra del oficial. El comandante Skinner y otros 16 hombres no sobrevivieron, el Amethyst quedó encallado debido a los daños. Un marinero encontró a Simon aún vivo entre los restos y lo llevó a la enfermería, su estado era muy grave pues sus cejas, párpados y bigotes estaban quemados, tenía múltiples cortes en el torso provocados por las esquirlas de metal, un pulmón perforado y varios trozos de metralla se habían quedado alojados en su cuerpo... nadie creyó que pasara de esa noche. Milagrosamente sobrevivió y volvió a andar a los pocos días. Tres meses estuvo varado el Amethyst en el río Yangtze. El ataque había dañado también los suministros y restos comestibles habían quedado a merced de las ratas entre la chatarra, por lo que los roedores se multiplicaron y campaban a sus anchas llegando al extremo de anidar dentro de las botas de los marineros. A pesar de sus heridas y a medida que se iba recuperando, Simon retomó sus obligaciones con especial ahínco.

El comandante John Simon Kerans y
el Marinero Gato de 1ª clase Simon
En cuanto el HMS Amethyst fue reparado y se puso en camino hacia Londres su nuevo capitán, el comandante John S. Kerans, contactó con el 'Club de Mascotas de las Fuerzas Armadas' que es parte del PDSA (People's Dispensary for Sick Animals - Dispensario Popular para Animales Enfermos) recomendando al 'Marinero Gato de 1ª Clase Simon' (Able Seacat Simon) para recibir la medalla Dickin, también conocida como la 'Cruz Victoria de los animales'. Esta condecoración se entregaba durante la IIGM a aquellos animales que realizaran actos de valentía al servicio de las Fuerzas Armadas, aunque jamás fue concedida antes a un gato. La carta del comandante Kerans es muy explícita: 'El gran número de ratas a bordo de la nave representaba una amenaza real para la salud de los tripulantes. Simon se comportó noblemente en aquél momento y después de dos meses el número de ratas había disminuído considerablemente. A lo largo de todo el incidente el comportamiento de Simon fue intachable. Nadie esperaba que sobreviviera a la explosión que abrió un agujero de casi medio metro en el blindaje de acero. Pero lo hizo y unos pocos días después estaba tan amigable como siempre. Su presencia en el barco fue un factor decisivo para mantener la moral de toda la tripulación.'

Simon recién llegado a la cuarentena.
En 1949 le concedieron a Simon, no solo la medalla Dickin, sino también la 'Cruz Azul' y su historia fue publicada en varios medios de prensa de la época. Así se convirtió en un gato famoso que recibía muchos regalos y correspondencia... hasta tal punto que el comandante Kerans debió nombrarle un 'secretario' que se encargara de gestionar sus cartas. Cuando el HMS Amethyst llegó a Londres en Noviembre de 1949 Simon debió pasar por la obligatoria cuarentena antes de pisar suelo británico, durante ese tiempo su salud desmejoró, posiblemente a causa de sus heridas y finalmente falleció el 28 de Noviembre de 1949. Fue enterrado en una ceremonia con todos los honores de la Royal Navy en la parcela 281 del cementerio del PDSA de Ilford, Essex; con su pequeño ataúd cubierto por la 'Union Jack'. Al funeral concurrieron varios cientos de personas además de toda la tripulación del Amethyst. La revista TIME le incluyó en su obituario del 12 de Diciembre de 1949. En la actualidad hay varias placas conmemorativas que recuerdan a Simon y su destacada actuación durante el 'Incidente de Yangtze' en diferentes lugares relacionados con la Royal Navy como por ejemplo en el hospital veterinario del PDSA de Plymouth y en el 'Club de la Flota China' de Saltash. Existe abundante información acerca de Simon en el sitio web Purr 'n' Furr, gracias a su administrador, Patrick, por permitirme usar algunas de sus muchas fotografías.

Este artículo está dedicado a la memoria de Amelie
(23/04/2007 - 01/03/2014). Te extrañamos.
Pero... ¿tanta importancia tiene un gato que sobrevive a una explosión y sigue cazando ratones? ¿Tanto como para otorgarle dos medallas, hacerle un funeral con honores militares y erigir monumentos en su honor? La respuesta es que no, al menos no exactamente. Esos son los hechos ponderables, es decir: Simon era un buen cazador de ratas, se podían contar cuántas cazaba al día y con esos datos hacer un análisis estadístico.  Pero, en general, todos los gatos cazan roedores. El quid de la cuestión, que no se puede medir con exactitud, es el efecto que Simon tenía en la moral de la tripulación del HMS Amethyst y en la de muchos otros marineros y soldados que luego conocerían la historia de esa pequeña bola peluda que tras haber sido herida mortalmente continuó cumpliendo con su deber, un deber que trascendía a su propia existencia y era algo fundamental para la salud de sus compañeros humanos. El ejemplo de la recuperación de Simon daba fuerzas a los marineros que habían sido heridos durante el ataque y convalecían en la enfermería, no es un secreto que un paciente con ganas de curarse tiene mejores posibilidades de recuperación. Finalmente, un gato es una criatura que se hace querer, sus juegos y ronroneos son una invitación a abstraerse, ayudan a dejar de lado por un momento algunas cosas terribles que ocurren en la guerra en particular y en la vida en general, cosas como el hecho de estar a bordo de un barco semi-hundido, cerca de diecisiete camaradas muertos durante un ataque inesperado, que está rodeado por tropas hostiles que le han cañoneado cuando se habían comprometido a no hacerlo y cuyo futuro, a grandes rasgos, es muy incierto. Tácticamente hablando, un grupo de soldados que han perdido la esperanza y no cumplen con sus deberes ya están vencidos aunque estén armados, tengan municiones y buena salud. No existen demasiados reconocimientos a las muchas mascotas que ejercen ese efecto balsámico en los seres humanos a diario, espero que este artículo sirva para eso y para recordar a todos los lectores que quien tiene un amigo tiene un tesoro... aunque ese amigo ande en cuatro patas.




1 comentario:

  1. Hola muy buena información me commuebe mucho la historia de Simón al grado de sacarme una lagrima no de tristesa si no de alegría por sus grandes actos heroicos Feliz día del gato!!

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