domingo, 24 de marzo de 2013

Caperucita roja y los misiles antitanque

El carro pesado Joseph Stalin 2 (IS-2),
46 toneladas de fiero comunismo.
Durante la I Guerra Mundial hicieron su aparición los carros de combate o "tanques de guerra" como se les llamó durante su desarrollo para despistar a los enemigos. Cuando se crea un arma y empieza a perfeccionarse su utilización y capacidades es normal que, paralelamente, se desarrollen medios defensivos capaces de neutralizarlas. Para finales de la II Guerra Mundial los carros de combate y las técnicas de combate blindado habían alcanzado cierto grado de perfección, constituyéndose en la espina dorsal de la mayoría de los ejércitos implicados, cada vez mejor blindados, más móviles, con mayor potencia de fuego, con gran coordinación entre ellos y otras fuerzas aliadas. Las defensas anti-carro más tradicionales tales como minas, explosivos magnéticos (o pegajosos), fusiles pesados, cañones e incluso los novedosos lanzadores de ojivas HEAT como el Panzerfaust o el Panzerschreck empezaron a perder eficacia. 

Vista esquemática del "Caperucita Roja".
En 1941, la empresa bávara BMW presenta ante la oficina de armamento del Heere (Heereswaffenamt) un proyecto revolucionario: un proyectil antitanque compacto, impulsado por un motor cohete y capaz de corregir su trayectoria en vuelo para así impactar sobre blancos en movimiento a distancias seguras para la infantería... o sea: un misil. Aquí cabe aclarar la diferencia entre misil y cohete: un cohete es un proyectil que se impulsa en vuelo gracias a la combustión de algún tipo de propelente pero que, una vez lanzado, sigue una trayectoria estable y es incapaz de variarla. La Heereswaffenamt rechaza el proyecto debido a su altísimo coste y a que todas las previsiones indicaban que la guerra acabaría al año siguiente. Las previsiones fallaron: llegó 1943 y el Eje no solamente no había ganado la guerra sino que empezaba a estancarse. El OberKommando des Heeres (OKH) revivió entonces el proyecto de BMW bajo el número 8-347 y se lo encomendó al Dr. Max Otto Kramer, ingeniero de la firma Ruhrstahl que estaba desarrollando las efectivas bombas guiadas antibuque Fritz-X. Para 1944 el proyecto 8-347 había dado como resultado el misil antitanque guiado por hilos o, más precisamente, cables (o sea: filoguiado) X-7 Rottkäppchen (Caperucita Roja) del que se construyeron unas 300 unidades, solo unas pocas llegaron a manos de los soldados del III Reich y no hay registros de los resultados obtenidos en combate, mientras que la gran mayoría fueron capturadas por los aliados.

Impresión artística del X-7, por Grzegorz Plonski.
El Panzerabwehrrakete X-7 alojaba una carga HEAT de 2,5kg capaz de perforar el blindaje de cualquier carro de combate de la época, incluído el JS-2 Stalin; el ampliamente utilizado Panzerfaust 30 llevaba una carga hueca de apenas 800gr. El cuerpo principal del misil medía 15cm de diámetro, 46,5cm de largo y pesaba 9kg. Tenía un par de alas inclinadas hacia adelante que le conferían una envergadura total de 60cm, cada ala acababa en un contenedor más o menos cilíndrico que servía de depósito para los cables de guiado, uno de ellos controlaba la desviación horizontal y el otro la vertical. Fijado a la parte posterior del cuerpo sobresale un brazo en cuyo extremo se encuentra el elevador, se trata de una especie de timón que modifica la trayectoria del misil. Con el timón incluido el misil mide 95cm de largo. Se dispara desde un raíl de 1,5m de largo montado sobre un trípode. Al conjunto misil + raíl se le añade una consola de mando Düsseldorf FuG 510 con un joystick, donde se conectan los extremos de los cables guía.

Consola de guiado Düsseldorf FuG 510,
el tatarabuelo del Atari 2600.
La operación es, en teoría, sencilla: el combustible sólido del cohete (diglicol) se enciende con una descarga de 300v proporcionada por una batería externa, el misil abandona el rail que previamente debía estar orientado hacia el objetivo a una velocidad de 98m/s, girando sobre su eje longitudinal 2 veces por segundo. Inmediatamente se enciende una bengala luminosa (flare) encima del escape de gases, lo que facilita su seguimiento visual a través del humo. Mientras avanza va desenrollando los cables guía que le mantienen unido a la consola de mando y desde la cual recibe las correcciones de trayectoria que el operador realiza con el joystick. El operador, por su parte, debe guiar manualmente el misil hacia el blanco tratando de que ambos se encuentren, lo que constituye una proeza de coordinación, hoy en día denominada MCLOS (Manual Command to Line Of Sight). El misil tiene un único timón que gira alrededor del eje logitudinal, solidario al cuerpo principal, cuando se encuentra a los lados del misil sirve para desviarlo horizontalmente, mientras que cuando está arriba o abajo sirve para modificar su altura.  Un ingenioso sistema mecánico basado en un giróscopo retarda las órdenes recibidas desde la consola hasta que el timón se encuentra en la posición justa para aplicar la corrección deseada, dada la velocidad de rotación del misil, ese retardo es como máximo de 0,5 segundos. Hoy por hoy cualquier niño que dedique unas horas a jugar con una PlayStation podría acertarle a un carro soviético a 1km de distancia... pero en 1944 lo más parecido que existía era perseguir una rueda metálica guiándola con un palo y ese abismo quedó patente el 21 de Septiembre de 1944 cuando se realizaron unas pruebas con 7 misiles X-7, cuatro de ellos se estrellaron contra el suelo antes de alcanzar el blanco, dos explotaron prematuramente pero el último hizo un impacto preciso y demoledor. Algunas fuentes indican que el X-7 se probó satisfactoriamente en combate en el frente del este en Enero de 1945, pero no hay mas información al respecto.

Es tranquilizador saber que el "Snapper"puede
llevarse hasta el blanco con las manos
"Caperucita Roja" fue el primer misil anticarro de la historia y punto de partida de la primera generación de misiles filoguiados, en 1948 los franceses comenzaron a diseñar un misil anticarro basándose en el artilugio alemán. Para 1952 lo estaban produciendo en serie y lo vendían a buen precio (unos $1.000 dólares la unidad) bajo el nombre de SS.10, también llamado Nord 5200. Su alcance máximo era de unos 1.600m y llevaba una carga HEAT de 5kg. En 1959 los soviéticos empezaron a equipar a los suyos con el 3M6 Shmel (AT-1 Snapper para la OTAN) con un alcance de 2.300m y 5,6kg de carga. El alcance y la capacidad de perforación fueron mejorando con sucesivos modelos durante la década del '60 pero el problema de estos misiles de primera generación radicaba en el sistema de guía manual (MCLOS) que dependía exclusivamente de la pericia del tirador para llevar el misil hasta el blanco. Pasados unos cientos de metros es muy difícil estimar la distancia correcta y la velocidad entre el blanco y el proyectil... y eso siempre que el objetivo no maniobre para ponerse a cubierto, despliegue una cortina de humo o simplemente ametralle el puesto del tirador. Existen documentos capturados por los aliados al finalizar la IIGM indicando que los alemanes tenían planeado mejorar el sistema de guía del X-7 con dos proyectos que nunca llegaron a probarse: uno de ellos era llamado Pinsel y el otro Steinbock. No hay demasiada información, pero se dice que se trataba de un dispositivo de reconocimiento de imágenes y una mira infrarroja respectivamente.

Retícula del MILAN, cualquier similitud con el
Armed Assault II es mera coincidencia
En la década de 1970 empezaron a aparecer los misiles de 2ª generación con un sistema de guía SACLOS (Semi Automatic Command Of Line Sight). El puesto de tiro de un misil de 2ª generación posee una retícula, similar a una mira telescópica, tras el disparo el tirador debe mantenerla centrada en el blanco, el mismo puesto de tiro posee un computador que calcula la posición y distancia entre blanco y misil y le envía a este último los datos para corregir su trayectoria. De esta forma el operario solo debe mantenerse apuntando con la mira al blanco hasta que el misil le alcanza. Este sistema ha permitido aumentar la velocidad a la que se desplaza el misil, lo que reduce las posibilidades de evasión del objetivo. El guiado se realiza a través de cables, igual que en la 1ª generación, o también mediante radiofrecuencia. Los cables tienen el inconveniente de que limitan el alcance del misil y pueden ser cortados por obstáculos tales como ramas, mientras que el radioguiado puede sufrir interferencias de otras radiofrecuencias o campos magnéticos en el campo de batalla. Un misil filoguiado de 2ª generación muy popular en Europa es el germano-francés MILAN (Missile d'Infanterie Legere ANtichar) que ha sido mejorado desde su puesta en funcionamiento en 1972 y aún está en servicio en numerosos países occidentales. También es muy famoso el americano TOW y el soviético 9M113 Konkurs (designación OTAN AT-5 Spandrel).

El israelí LAHAT se lanza directamente desde el cañón
del carro Merkava, de esa forma se ahorran los lanzadores
La 3ª generación de misiles anticarro posee un sistema de guía llamado Beam-Riding SACLOS, o también "Guiado Láser Semi-Activo". En este caso el misil busca una señal que identifique al blanco, generalmente un haz láser que se origina en el propio puesto de lanzamiento o en otra fuente externa como puede ser un francotirador con un puntero láser que mantenga "iluminado" el blanco. Una vez que el misil identifica la luz láser realiza los cálculos de corrección de trayectoria hasta alcanzarle. De esta forma el equipo de lanzamiento no necesita tener contacto visual con el objetivo. Los misiles israelíes LAHAT (LAser Homing Anti Tank) producido en 1992, los franco-germanos TRIGAT-LR (2011) y los Shershen, de origen bielorruso, producido a partir de 2010, son todos de 3ª generación. Poseen un alcance de alrededor de 7kms, unas velocidades en torno a los 300m/s, cabezas HEAT en tándem para negar los efectos del blindaje reactivo y la capacidad de describir trayectorias parabólicas que les hacen impactar en la parte superior de los objetivos, donde el blindaje es más delgado.

La 4ª generación de misiles anticarro, que empezaron a probarse a finales de los '90, usa un sistema de guía del tipo "fire & forget" (dispara y olvida). Desde el puesto de lanzamiento se introduce en el misil la información del blanco, que puede estar siendo iluminado por un láser (o no) y gracias a una serie de sensores térmicos, intensificadores de imagen, cámaras de TV, GPS, telémetro láser, emisiones de radar, etc. es el propio misil quien guía su trayectoria hacia el objetivo sin requerir otra intervención del usuario. La 4ª generación aún está en desarrollo, aunque ya hay algunas armas de este tipo desplegadas en combate. Los misiles Javelin y Spike pertenecen a este grupo. Existen algunas desventajas serias que impedirán en un futuro próximo que estos misiles reemplacen completamente a los de 3ª y 2ª generación, la principal de ellas es el precio: un misil Javelin cuesta $80.000 dólares y otra es la posibilidad de que alguno de los sistemas de guía autónoma del misil sea interferido por contramedidas. Como dicen los ingleses: "shit happens":


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