domingo, 26 de enero de 2014

StG44, AK47 y el cartucho intermedio

StG44 y AK47, a simple vista sí que se parecen.
Tras la reciente muerte de Mijail Kalashnikov (10/11/1909 - 23/12/2013) han cobrado cierta virulencia los comentarios de foristas en Internet que ensalzan las virtudes cuasi-divinas de los fusiles AK47 y de aquellos que los denostan blandiendo el argumento de que son solo una copia soviética de los StG44 alemanes. El objetivo de este artículo es presentar algo de información real sobre las circunstancias que rodearon el advenimiento de estas dos armas para que ambos bandos tengan argumentos un poco más sólidos para debatir. Desde que Internet asegura el anonimato mucha gente dice lo primero que le viene a la cabeza sin molestarse en corroborar que lo dicho no constituye una ofensa para la inteligencia de quien lo lee o para la suya propia.

Armamento individual de un pelotón de infantería
americano de la 2GM. De arriba a abajo, los dos
primeros son fusiles, el tercero es un fusil ametrallador,
el cuarto es la carabina M1, quinto y sexto son subfusiles.
Y todos ellos pueden ser reemplazados por un fusil de asalto.





Veamos un poco de historia, que nunca viene mal. Hasta la aparición del fusil de asalto los pelotones de infantería de los bandos envueltos en la IIGM disponían de fusiles que eran efectivos a distancias de unos 700~800 metros (y más) gracias a su munición y largo de cañón, pero su cadencia de disparo era lenta debido a que la mayoría funcionaba por acerrojamiento manual siendo solo unos pocos modelos semi-automáticos como el Gewehr 41 alemán, el M1 Garand americano o los Tokarev SVT-38 y SVT-40 soviéticos pero, en cualquier caso, estaban pensados para hacer fuego bien apuntado, de ahí la escasa cantidad de munición que alojaban sus cargadores. Para aumentar el volumen de fuego que un pelotón podía usar contra el enemigo se utilizaban ametralladoras ligeras o fusiles ametralladores en el bando aliado y ametralladoras polivalentes en las fuerzas del Eje. Estas armas disparaban la misma munición que los fusiles pero en forma de ráfagas automáticas, encargándose de suprimir al enemigo mientras la infantería hacía fuego preciso o maniobraba para flanquear al adversario. Para el combate cercano, ya fuera en trincheras o en entorno urbano, se confiaba en los subfusiles. Estas armas son de un tamaño inferior a la de los fusiles lo que facilita su uso en sitios cerrados y son capaces de hacer fuego automático controlable gracias a que disparan munición de pistola, algo muy valorado cuando hay posibilidades de encontrarte al enemigo a pocos metros. Sobra decir que la potencia y precisión de los subfusiles hacía que fueran poco menos que inútiles a distancias superiores a los 100 metros. El armamento de los pelotones de infantería de los ejércitos de la época se conformaba mezclando estos tres tipos de armas entre sus soldados para conferirle cierta flexibilidad al conjunto.

De izquierda a derecha: .30 M1 Carbine,
7,92x33mm Kurz (del StG44) y
7,62x39mm (del AK47).
El nacimiento del fusil de asalto tal como se conoce actualmente está íntimamente relacionado con el concepto de "cartucho intermedio", es decir: munición más pequeña y con menor retroceso que la de fusil estándar pero con mayor potencia que la de pistola. Todas las pruebas llevadas a cabo por los alemanes, rusos y americanos más o menos por las mismas fechas para crear un arma individual capaz de hacer fuego selectivo (semiautomático y en ráfagas automáticas) usando la munición de fusilería convencional acabaron lléndose al traste debido no solo al excesivo retroceso para un arma que debía ser más ligera y manejable que una ametralladora, sino también al stress que producía en sus componentes y al desmesurado peso y tamaño de sus cargadores. Así que, sin cartucho intermedio, no hay fusil de asalto. Si hurgamos un poco en la historia veremos que todas las potencias militares de la primera mitad del siglo XX hicieron sus experimentos para evaluar la viabilidad de tal concepto.

No, no es el Führer quien está probando este StG44, se trata
de un oficial de la Luftwaffe, la insignia de la gorra le delata.
Hay evidencia de que ya en 1918 un responsable de la Gewehrprüfungskommission (el comité de desarrollo de armamento) remitió una carta al Cuartel General Alemán recomendando la creación de un nuevo cartucho, no tan potente como el 7,92x57mm de los fusiles Mauser pero con mayor alcance que el 9mm Parabellum empleado en el subfusil MP-18. Los mandos alemanes dejaron la carta guardada en un cajón y se olvidaron del tema arguyendo que ya tenían suficientes complicaciones logísticas como para añadir un nuevo cartucho y un nuevo tipo de arma a las fuerzas armadas. Similar razonamiento pasó por la cabeza del Führer quien no autorizó el desarrollo del StG44 desde el principio, solo gracias a algunos subterfugios burocráticos orquestados y ejecutadas por gente como el destacado ingeniero Hugo Schmeisser se pudo continuar el desarrollo del cartucho intermedio y el arma capaz de dispararlo en forma prácticamente clandestina dentro de la alemania nazi. Una vez que Hitler vió los resultados obtenidos por las pruebas de campo de los prototipos no solo autorizó la construcción de más armas de este estilo, sino que lo bautizó con el rimbombante nombre de "SturmGewehr" (fusil de asalto) y lo anunció como una de las armas que llevarían a Alemania por el camino de la victoria, claro que eso fué en 1944... poco margen quedaba ya para que el fusil de asalto cambiara las tornas. 

El M14 es la evolución del M1 Garand, puesto en servicio por los USA en 1956.
Lo curioso es que llegaba a manos de los soldados sin capacidad de hacer fuego
automático, tal característica se activaba usando una llave especial que solo
portaban los sargentos de pelotón.
Por su parte, el US Army convocó un concurso para incorporar armas capaces de rellenar el hueco entre las pistolas y los fusiles ya en 1938. El resultado fue la adopción de la carabina M1 en 1942, aunque cumplía con su rol de arma "intermedia" no puede ser considerada un fusil de asalto, primero porque originalmente solo podía hacer fuego semiautomático, luego su munición, llamada .30 US Carbine (7,62x33mm), es apenas más potente que la de pistola usada por entonces y anda muy lejos de las propiedades balísticas del 7,62x39mm soviético del AK47 y del 7,92mm Kurz del StG44 alemán. Terminada la IIGM los americanos no continuaron la búsqueda del cartucho intermedio por alguna razón que convendría analizar en algún futuro artículo, lo que hicieron fue cambiar su cartucho normalizado de infantería del 30-06 (7,62x63mm) del M1 Garand al 7,62x51mm del M14 y la mayor parte de los países bajo su influencia hicieron lo propio, hoy ese calibre se conoce como 7,62x51mm OTAN. Esta tendencia dió lugar a que en el mundo occidental se adoptaran armas de infantería conocidas como "Rifles de Batalla", en esta categoría entran el FN-FAL belga, el G3 alemán y el CETME C español. Este término despierta controversia pues para muchos expertos aquellas armas también son fusiles de asalto a pesar de disparar una munición sobrepotenciada para las condiciones de combate modernas y de que a algunos modelos se les ha restringido la capacidad de hacer fuego automático, dos características fundamentales de cualquier fusil de asalto. No fué hasta la década de 1960 cuando USA vería las ventajas del "cartucho intermedio" incorporando a sus filas la más famosa y publicitada de sus armas: el M16. Y volvió a influir en los países amigos para que adoptaran el nuevo cartucho de calibre 5,56x45mm que actualmente es el estándar de la OTAN.

Este es uno de los prototipos Sudaev AS-44, se dice que el Sr. Kalashnikov
incorporó una parte fundamental de sus mecanismos a su AK47.
De regreso al pasado, en 1943 los soviéticos comenzaron a hacer pruebas para hacerse con un cartucho intermedio. El primero que llegó a cosechar cierto éxito y abrió la puerta a posteriores desarrollos fue el calibre 7,62x41mm usado en el prototipo AS-44 de Sudaev. Curiosamente, los tests de esta munición soviética y los primeros prototipos se probaron unos meses antes de que Adolf Hitler se enterara de que su propia industria armamentística estaba desarrollando un fusil de asalto. Para finales de 1944 los soviéticos empezaron a hacer pruebas de campo del cartucho de 7,62x39mm en las ametralladoras RPD y las carabinas SKS, unos años más tarde este se convertiría en la munición del fusil AK47

Analizando la andadura del "cartucho intermedio" solo queda concluir que los ejércitos más importantes del mundo a mediados del siglo XX se dieron cuenta de que su armamento individual de infantería debía ser modernizado para adaptarse a la gran movilidad que habían ganado gracias a los vehículos a motor, los aviones de transporte, los paracaídas y los grandes buques de desembarco. Buscaron soluciones a ese problema y llegaron a conclusiones similares, los alemanes fueron los primeros en desplegar sus fusiles de asalto gracias a múltiples factores políticos, económicos e industriales, pero el concepto había estado dando vueltas por las cabezas de muchos ingenieros y teóricos militares de diferentes naciones incluso antes de que estallara la IIGM.

4 comentarios:

  1. Excelente artículo. Muchas gracias

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  2. Gracias a ti por leerlo, espero que sea de utilidad.

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  3. Es un placer para mi escribir y es mucho más placentero saber que, después, alguien se toma la molestia de leerlo. :D
    Aunque mi tiempo es muy limitado seguiré intentado publicar un nuevo artículo de vez en cuando. Gracias por tu comentario.

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  4. Gran entrada,muchas gracias por caompartirla

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